Hielos que se derriten, bosques que arden, selvas que desaparecen, suelos intoxicados. El fondo del mar descuartizado. Vivimos configurados como si no existiese alguna alternativa que nos salve pero existen caminos distintos, alternativas ante el inminente desastre ambiental.
De nosotros depende despertar
Cultura petróleo
Los juegos del hambre
Corporaciones de comestibles y actores del agronegocio digitan campañas gubernamentales de lucha contra la pobreza. Bajo esa bandera testean nuevas formulaciones que terminan siendo productos ultraprocesados en góndolas de supermercado. Hoy se experimenta en Argentina lo que, con estrategia casi idéntica, se ha probado -y prueba- en Colombia, Panamá, Bolivia, Ecuador, México y Centroamérica.
Seguir leyendoLa grasa de las capitales
¿Qué son las grasas trans? Un componente que está en muchos productos, en todos lados. Algo que la industria utiliza. Algo sobre lo que sabemos poco: desinformación dirigida adrede por la industria para seguir jugando su juego sin que los consumidores lo sepan. Queremos que sepas más: desde bocado te traemos las voces de tres expertos para entender, pensar, actuar.
Seguir leyendoLa Guatemorfosis
Bolsitas metalizadas brillan afuera de cada kiosco en Guatemala. En un país donde la desnutrición infantil convive con la malnutrición, las transnacionales seducen a las infancias con frituras y gaseosas. Reemplazan al maíz ancestral y, bolsa a bolsa, botella a botella, construyen un futuro enfermo.
Seguir leyendoCuidado, lobby suelto
Se reunén con periodistas solo bajo estricta confidencialidad y producen material para “educar” a sus empleados. Mientras actúan en la sombra, se expresan públicamente a través de sus sociedades y cámaras de negocio. Las marcas detrás de las cosas que amamos comer y beber, tienen hace meses un único objetivo: evitar a toda costa que en Argentina se sancione la ley de etiquetado frontal de alimentos.
Seguir leyendoImpuestos a las bebidas azucaradas: las tres victorias
Por: Redacción Bocado
El 4 de marzo de cada año se celebra el Día Mundial de la Obesidad. Sin embargo, lejos está de ser una celebración despreocupada como Pascuas o Navidad. En el año 2016 se estimó que el 62,5% de los adultos en las Américas sufrían de sobrepeso u obesidad. En la escena del crimen tenemos un culpable – las grandes empresas- y un arma -sus productos ultraprocesados-.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS), presentó pocos días atrás la publicación de una nueva investigación acerca de los llamados impuestos saludables, una nueva medida para desincentivar el consumo de productos que no siempre pueden ser calificados como alimentos.
Uno de los impuestos actualmente en discusión apunta a las bebidas azucaradas, por reconocerlas un gran enemigo de la salud pública. Ello porque sus cantidades de azúcares agregadas son altamente riesgosas, aunque eso no ha generado que su consumo disminuya. Solo aumenta. Se registró un crecimiento del 48% entre el año 2000 y el año 2013 en América Latina.
Según el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) casi el 19% de todas las muertes en el continente se deben a una alimentación inadecuada. Estos datos son alarmantes, pero no sorprendentes, sobre todo si se considera que, de acuerdo con lo compartido por la OPS, la región de las Américas ostenta el consumo diario de bebidas azucaradas más alto del mundo. En zonas como el Caribe, lo consumido llega incluso a ser de hasta 1,9 porciones de 8 onzas por adulto cuando el nivel mundial recomendable está establecido en 0,5 onzas.
Lo que nos llega como supuesta comida es aberrante, explican expertos en alimentación. Enrique Jacoby, asesor sobre Nutrición y Actividad Física de la OMS, afirman que “Estos productos no están diseñados para satisfacer las necesidades nutricionales de las personas. Están diseñados para que se conserven por mucho tiempo en los estantes y generan deseos incontrolados de consumo que llegan a dominar los mecanismos innatos de control del apetito y hasta el deseo racional de dejar de comer. Por eso resultan doblemente perjudiciales: son casi adictivos y eso lleva aumentar el sobrepeso y la obesidad al tiempo que sustituyen los alimentos frescos, que son la base de una dieta natural rica en nutrientes”
La obesidad adulta e infantil es grave hasta puntos que jamás imaginamos. Durante el lanzamiento de los resultados de la investigación, la Doctora Lisa Powell expuso en una de las diapositivas una información sumamente importante. Si bien siempre hablamos de que la obesidad deviene en menor utilidad, provocando una desigualdad en sectores como la salud y el bienestar, es sorprendente que hasta en lugares recónditos la diferencia aparece. Los adultos obesos, por ejemplo, tienen la tendencia a gozar de menores salarios, mientras que los niños con obesidad usualmente obtienen resultados bajos en sus exámenes, padeciendo de adquirir sus habilidades de manera más lenta.
Ante este presente de obesidad, ultraprocesados y daños a la salud, sigue la búsqueda de soluciones. Y en ese sentido, la OPS propone impuestos sobre las bebidas azucaradas porque, al incrementar significativamente el precio del producto, el consumidor podría elegir comprar botellas de agua, más saludables y económicas.
Considera la OPS que no es solo el consumidor promedio se beneficiaría. Con ese valor agregado se generaría un ingreso extra que podría utilizarse, por ejemplo, como subsidio de la infraestructura de agua potable; subsidio de frutas y hortalizas para los grupos de ingresos bajos; subsidio de comidas saludables en las escuelas y otras medidas con objetivos similares.
Se obtendría una triple victoria (win-win-win, como lo llaman en inglés). Reducir el consumo de productos no saludables, beneficiando así a la salud; generar ingresos al Estado; y a largo plazo reducir costos de atención médica.
¿Por qué tanto interés en las bebidas azucaradas? Porque son también una de las causas de las ENT (enfermedades no transmisibles), tales como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer o la diabetes. Enfermedades que cada año causan la muerte de 41 millones de personas, lo cual representa un 71% de la mortalidad mundial. Evidencia científica publicada recientemente afirma incluso que las personas con enfermedades no transmisibles tienen un mayor riesgo de sufrimiento de complicaciones graves si se contagian de COVID-19. Y en casos de otros productos dañinos para la salud como el tabaco o el alcohol, los impuestos han demostrado ser de las intervenciones más rentables y factibles para la prevención de las ENT, por lo que podríamos pensar que aplicarlo a las bebidas azucaradas nos llevaría a resultados similares.
Un punto polémico es qué tipo de impuesto aplicar según el contexto. La OPS realizó un extenso análisis de los tipos de impuesto existentes que podrían servir y como conclusión recomienda un impuesto del 20% a las bebidas azucaradas para así generar un impacto significativo en el precio. Un impuesto del 24% podría generar una reducción en ventas del 34%, apuntó la doctora Powell.
Sin embargo, la Doctora Arantxa Colchero añadió que el impuesto no es suficiente. Se necesita complementar con otras medidas como el rotulado frontal de alimentos o la restricción de alimentos ultraprocesados en escuelas, todo un paquete de “des-incentivos” de productos chatarra (además de incentivar el consumo de alimentos saludables).
Pero hay un gran escollo: la industria. Durante años ha priorizado sus rendimientos económicos y ha utilizado excusas como que los impuestos harían perder fuentes de trabajo. Consciente de esa estrategia, la OPS -autoridad internacional en materia de salud- incluye en su propuesta soluciones como impuestos calculados por países y el ejemplo de México, donde el modelo ya fue probado sin que se tradujera en pérdidas reales de trabajos.
Ya se ha probado que las bebidas azucaradas causan enfermedades no transmisibles, de obesidad y de sobrepeso, ¿les llegará un límite?
La industria de ultraprocesados sufre una derrota histórica en Brasil
La industria de productos comestibles sufrió una derrota histórica en Brasil. La Corte Suprema dictaminó ayer (25 de marzo) que es constitucional una ley del estado de Bahía que prohíbe los anuncios de los niños dentro de las escuelas de educación básica.
Seguir leyendoLa ciencia expone a los ultraprocesados
Por: Redacción Bocado
Los productos ultraprocesados representan en países como México, Canadá y Estados Unidos entre el 25% y el 60% de la ingesta energética total de cada individuo. Aunque la industria se encarga de ocultar cierto tipo de información, día a día son publicadas investigaciones científicas que prueban el perjuicio que significa su consumo, tan grave que aumenta los riesgos de muerte
“México está sufriendo el mayor deterioro de sus hábitos alimenticios que se ha presentado en toda su historia”. Así comenzaba el miércoles 3 de febrero un evento online realizado por la organización El Poder del Consumidor y dedicado a la exposición de tres investigaciones científicas acerca del consumo de ultraprocesados.
Joaquín Marrón Ponce, del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública de México, expuso las tendencias de consumo en algunos países de América Latina con datos sorprendentes. Por ejemplo, que en 2013 en México eran vendidos anualmente 214kg de ultraprocesados per cápita y el segundo país de mayores ventas fue Chile con 201.9kg.
Marrón Ponce también mostró que Chile, Brasil, Colombia y México el 80% de la población ingiere más azúcares añadidos que el límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En el mismo evento, la doctora Maira Bes-Rastrollo expuso la investigación titulada “Mortalidad asociada al consumo de ultraprocesados en la cohorte SUN”. El proyecto SUN (Seguimiento Universidad Navarra), que comenzó a finales del 1999, consiste en un registro del estilo de vida y la actividad física a más de 19.000 individuos considerando las variables sociodemográficas.
Según los resultados, el 30% de los ultraprocesados consumidos son carnes procesadas y bebidas azucaradas. Un dato preocupante que el estudio reveló es que a partir del tercer año de seguimiento la incidencia de mortalidad crece para el 50% de la población que más ultraprocesados consume, y solo va acrecentándose con el tiempo.
Por último, uno de los datos más inauditos que explicó la doctora Bes-Rastrollo fue que “A partir de 5 raciones al día de consumo de estos productos se observa un riesgo significativo de muerte. Si esta ingesta se duplica aumenta el riesgo en 18%”. La investigación indicó que existía un incremento del riesgo de mortalidad de hasta un 62% para quienes consumían más de cuatro raciones de ultraprocesados por día en comparación a quienes consumían menos de dos.
Otra de las ponentes, la doctora Hyunju Kim, de la Universidad Johns Hopkins, evaluó la situación de más de 11.000 personas mayores de 20 años mediante cuestionarios. Una conclusión importante es que los adultos con mayor riesgo de mortalidad son aquellos con un alto nivel de consumo de ultraprocesados, aunque no padezcan enfermedades crónicas.
Otra conclusión alarmante fue la arrojada al dividir a los 11.000 individuos en cuatro grupos dependiendo de su consumo: los que estaban catalogados en el grupo de más alto de consumo de ultraprocesados poseían un 31% de riesgo de muerte más alto.
Además de lo expuesto en el foro, existen artículos de divulgación científica que exponen los deterioros que estos productos causan.
Publicado en el International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity, una investigación llevada a cabo mediante cuestionarios en un grupo de más de 91.000 participantes de la población estadounidense concluyó que: “El alto consumo de alimentos ultraprocesados se asocia con mayores riesgos de mortalidad por enfermedades cardiovasculares y cardíacas. Estas asociaciones dañinas pueden ser más pronunciadas en las mujeres”.
Otro artículo, centrado en fumadores, es “Ultra-Processed Food Intake (UPF) and Smoking Interact in Relation with Colorectal Adenomas”, que estudia la relación entre la ingesta de ultraprocesados y el consumo de cigarrillos: “Entre los fumadores, la alta ingesta de ultraprocesados se asocia de forma fuerte e independiente con adenomas colorrectal, especialmente para el adenoma avanzado y proximal.” Es decir, en población fumadora se establece una asociación entre tumores benignos y alto consumo de ultraprocesados.
Carlos Monteiro, profesor de la Universidad de Sao Paulo y Miembro del Grupo Asesor de Especialistas en Recomendaciones de Nutrición de la OMS, por medio de su cuenta en Twitter compartió numerosos artículos científicos sobre estos temas: “¡La afirmación que oí muchas veces que indica que los problemas de salud causados por los ultraprocesados eran solamente una hipótesis convincente necesita una urgente revisión!”
Etiquetado en Brasil: un manual de lobby
¿Puede la cría de vacas ser todo lo contrario a lo que viene siendo? ¿Pueden las manadas volver fertiles los suelos, salvar el clima, ser sinónimo de alimento que no sea cruel ni violento? La ganadería regenrativa asegura que sí. Que aunque escasa –porque no hay tantas praderas como carnívoros- y cara e inevitablemente entonces excluyente hay ahí una oportunidad para no dejar el asado.
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