Azaí: de fruta local a commodity global

En pocos años el azaí hizo un salto cuántico: de la gastronomía de comunidades de Amazonia y pueblos ribereños, a postres y jugos ultraprocesados, y cosmética. De cosechas de extracción a monocultivos con semillas modificadas. De los mercados locales a asomarse a la entrada de las bolsas financieras del mundo.

22 de febrero del 2021 – Por Guilherme Zocchio

En 1990 el empresario de São Paulo Mareclo Sesana se detuvo ante la pequeña fruta de color oscuro, nativa de la región amazónica y exótica a sus ojos de empreendedor industrial. Ese encuentro iniciaría la transformación del azaí, uno de los alimentos más tradicionales del norte de Brasil. En esa región, el fruto hace parte del menú cotidiano de las poblaciones que orillean los ríos, los ribereños, y de los pueblos nativos de Amazonia. El fruto está presente en todas las comidas, del desayuno a la cena y es muy consumido con harina y pescado. Pero el empresario tenía pensada otra cosa para el azaí, que cambiaría para siempre esa cultura alimentaria. Decidió fabricar helados, mezclándolos con las crema de la fruta, y venderlos por las playas de las provincias brasileñas del sudeste (la región más rica y poblada del país). Fue un boom que devino en proyecto comercial formal: Frooty Acaí. En poco tiempo conquistó los paladares y se volvió un  ícono de jugos, granola y platos refrescantes. Y en poco tiempo más se convertiría en la potencial próxima commodity agrícola como lo son hoy el azúcar, el maíz, la palma y la soja.

Eso es lo que plantea el investigador Rafael Fonseca, del Grupo de Investigación sobre Hambre y Relaciones Internacionales (Fomerj por sus siglas en portugués) de la Universidad Federal de Paraíba (UFPB). “Mirando con un enfoque geopolítico”, dijo el investigador en una entrevista para  O Joio e O Trigo, “desde la década del 80 vivimos bajo el neoliberalismo, un régimen agroindustrial corporativo, en el cual empresas multinacionales comienzan a controlar cada vez más la distribución de alimentos. En esa época, los países del sur global comenzaron a exportar más frutas, tanto para atender al mercado interno como para la exportación”.

“El régimen agroalimentario corporativo: interrogantes acerca de la materialización del azaí ultra procesado en el siglo XXI” así se llama la investigación de Fonseca: la recorrida de un fruto que pasó a alimentar a una industria que lo utiliza para fabricar otras mercaderías, buena parte  alimentos ultra procesados

En su transformación inminente a commodity el investigador explica que hubo una transformación en los cultivos. ”Sí naturalmente el azaí crecía a la orilla de los ríos, hoy en día Embrapa (Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria) distribuye semillas modificadas para la siembra a gran escala. Así lo que era un sistema de cultura extractiva limitada. ahora se está transformando en un gran monocultivo, y se está discutiendo su mecanización”.

Las semillas nomencladas como BRS ‘Pai d’Egua’ son según Embrapa un 50% más productivas y tienen un rendimiento hasta 30% mayor que las especies tradicionales.

Disputa territorial

Fonseca asegura que el azaí ya es parte de la especulación de precios: una gran parte de las empresas que lo manufacturan –de la puerta de las haciendas hacia afuera- vienen siendo compradas por grandes fondos de inversión. Puertas adentro la búsqueda de tierras que están haciendo esas mismas empresas para aumentar las plantaciones –al igual que ocurre con la caña de azúcar, del maíz, de la palma y de la soja– genera disputas territoriales típicas del agronegocio. En Pará uno de los Estados de Brasil que más azaí produce, hay severos conflictos por apropiación ilegal de tierras

“Un commodity no necesariamente debe estar vinculado a la bolsa para ser considerada commodity”, dice Fonseca. “La comoditización y ‘financierización,’ comienza con la especulación y disputa por las tierras: a partir del momento en que se necesita más para producir el fruto”.

La segunda gran evidencia sobre la transformación del azaí en commodity es el trato del Gobierno brasileño al fruto. El interés de Embrapa en el cultivo ya es un indicio pero no el único ni el más explícito. En 2016, el entonces gobernador de Pará, Simão Jatene, publicó un decreto creando incentivos fiscales a la explotación industrial, con la condición de que las industrias se comprometiesen a desarrollar por lo menos tres nuevas líneas de productos a partir de la pulpa.

Según Fonseca, la medida tomada por Jatene fue un importante paso para consolidar la inserción definitiva del azaí en dos sectores de la industria: el procesamiento de alimentos, para la fabricación de ultra procesados como los mixes, helados y jugos, y el mercado de cosméticos, cuyo mayor exponente es la multinacional brasileña Natura.

“Ese proceso de inserción en la industria está ocurriendo hoy y está en constante expansión. Cada vez más las empresas están creando encuentros para discutir productos y pensar en maneras de industrializar al azaí”, dice el investigador.

Cultura y salud

A pesar de que el fruto se ha popularizado como un alimento ultra procesado el azaí es, ante todo, parte de la cultura alimentaria del norte de Brasil. Mientras que en regiones como el sudeste él es servido en forma de helados, mezclados frecuentemente con leche condensada, achocolatados, dulces y otros ingredientes poco saludables, sigue siendo consumido en su lugar de origen en su forma más natural.

“En el norte, se come el azaí como un alimento básico, mínimamente procesado, como el arroz. Él integra la dieta cotidiana de las personas, junto con harinas y pescado”, dice Fonseca. “Mientras una parte del complejo industrial considera al fruto una commodity para otras personas es parte de su una cultura tradicional y esos dos modelos están en disputa: en Amazonia es consumido más que la leche, en otras regiones es exportado como producto químico”.

Fonseca desea llevar su investigación al área de salud colectiva antes de que sea tarde. Ve una relación entre la comoditización del azaí y lo que ocurrió en el pasado con el azúcar que pasó de ser un ítem de lujo a un ingrediente barato, relacionado con la profusión de males que son las principales causas de muerte en todo el mundo.

“Existe esa relación entre los tres fenómenos: la financierización, la flexibilización de los cultivos, en el cual el mismo cultivo puede servir a varias industrias; y el fenómeno de su uso para ultra procesados”, dice Fonseca. “A partir del momento en que nosotros estamos expuestos a eso, hay una serie de enfermedades crónicas no transmisibles que proliferan”.

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