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Parir una ciencia independiente

Foto: Adobe Stock
Publicado el 2 de noviembre 2021

SANAR, así se llama la Sociedad Argentina de Nutrición y Alimentos Reales. Una organización de profesionales de la nutrición creada en 2019 en Argentina. Un esfuerzo para promover la alimentación sostenible basada en alimentos naturales, garantizar la seguridad alimentaria y defenderla a través de la divulgación científica libre de conflictos de interés con las industrias. Una larga explicación que se puede reducir a profesionales que analizan y opinan sin recibir financiamiento de empresas  alimentaria, farmacéutica, nutracéutica, de bebidas azucaradas y alcohólicas, tabacaleras y armas.  Profesionales libres de conflictos de interés. 

Para conocer sus motivaciones y objetivos, bocado habló con  Florencia Guma, miembro fundadora y co-coordinadora de Salud SANAR y Directora de Nutrición On Demand. Es Licenciada en nutrición (MN 5465), docente de posgrado, diplomada en alimentación vegetariana y vegana y master en comunicación y marketing.

¿Cómo se unieron y para qué?

Nos unimos por varias cosas. La más fuerte fue el altruismo por nuestra profesión como consecuencia de frustraciones previas con respecto a la representación pero sobretodo de cuestionamientos, de ver las industrias en los congresos ofreciendo becas e instalando sus productos, en las universidades enseñando marcas, en los hospitales dejando muestrarios y regalando barritas. Y lo más lamentable, encontrar supuestos abordajes nutricionales sin evidencia científica lucrando desde los años 80-90 con estereotipos muy marcados. Creemos que nuestro rol profesional quedó totalmente banalizado e intervenido por la industria. Las redes sociales, hoy en día, la cantidad de seguidores son un blanco perfecto para sus estrategias de marketing. 

¿Cómo surge la idea de unirse?

Surge del cansancio de ver a colegas en medios vendiendo su discurso a la industria sin reparar en la evidencia científica ni en el impacto en la salud de las personas. Nos compartíamos notas o acciones que nos indignaban y agotaban, hasta que un día Igna (colega y amigo, impulsor de esta movida) dio el primer paso y pasamos del típico “che, hay que hacer algo” a convocarnos. Así comenzó un camino sólido, serio y comprometido. 

¿Quiénes son? 

Somos pocos para todo el trabajo que tenemos, en pleno crecimiento y convocando. Mayoritariamente licenciados en nutrición y una médica pediatra. Tenemos como gran objetivo mejorar la calidad de vida de las personas a través de la promoción de una alimentación segura y soberana como un derecho humano. Y en representación de eso, funcionamos como organización civil, siendo el nexo entre la comunidad y las políticas públicas. 

¿Cómo es el trabajo que llevan a cabo?

Apostamos a 3 ejes principales: salud, ambiente y género. De cada eje, nos organizamos para incidir sobre las políticas públicas de manera directa respecto a una alimentación sostenible, saludable y soberana. Realizar acciones de comunicación. Construir capacidad y alianzas estratégicas entre las organizaciones de la sociedad civil, organismos internacionales, academia y tomadores de decisión. Asesorar con herramientas técnicas nutricionales para la creación y/o mejora de políticas públicas de salud. Producir y promover evidencia científica libre de conflictos de interés. Construir masa crítica y espacios de debate. Promover el rediseño de formas de producción para sistemas alimentarios sustentables y soberanos. Monitorear las acciones de empresas que obstaculizan el desarrollo e implementación de las políticas públicas. Exponer los conflictos de interés ocultos provenientes de la academia, decisores políticos, entes gubernamentales y las diferentes industrias que obstaculizan la implementación de políticas públicas de salud. 

¿Cuáles han sido los logros hasta ahora? 

El más importante fue (y es) convocar a un gran colectivo de profesionales de la salud dispuestos a trabajar por la ciencia libre de conflictos de interés en pos de la salud de todos los argentinos. También logramos alianzas para incidir sobre el camino del proyecto de ley de etiquetado. Nos han convocado para disertar en reuniones informativas del senado, congresos, hemos hecho notas en medios masivos, reuniones con el Ministerio de Salud, con Organismos Internacionales y políticos de diversos partidos.

¿Cuál consideran que es el mayor problema de la nutrición hoy en día?

Falta un hilo conductor en las propuestas para prevención y promoción de una alimentación saludable, segura y soberana. Los sistemas alimentarios están totalmente destruidos por la industria y por la publicidad indiscriminada de ultraprocesados. Un contexto que no colabora con el acceso o elección del alimento real. Otra problemática es la cooptación de profesionales de la salud por la industria, muchas veces no se discierne entre ciencia y opinión, mucho menos el impacto que puede tener esa opinión en la salud. Tampoco se dimensiona el daño del ejercicio profesional con métodos sin sustento científico. En el plano público, esta crisis que está viviendo la nutrición sirve para alertar sobre el verdadero intrusismo de marcas diciéndonos qué es saludable, buscando legislar para sus intereses y en paralelo metiéndose en entornos escolares a través de acuerdos para cubrir vacíos que van dejando los distintos gobiernos.

 

extraída del IG: @sanar.nutricion

¿Cómo logran las empresas que los nutricionistas se relacionen de este modo con ellos? 

Tienen varias acciones, por ejemplo enviarles sus productos y que hagan intervenciones en sus redes o pagar directamente la pauta (publicidad). En general todas hacen publicidad encubierta, penada actualmente por la Ley de Lealtad Comercial. 

¿Cómo ayuda esto a las empresas? 

¡Bastante! Como profesionales de la salud influenciamos sobre las personas por la autoridad que se nos otorga. La industria lo sabe y habla a través de estos profesionales, quienes otorgan a su venta cierto respaldo disfrazados de “expertos”. 

¿Por qué es importante que los nutricionistas se desliguen de los conflictos de interés? 

Fundamentalmente por cuestiones éticas. El principal interés del licenciado en nutrición como el de cualquier profesional de la salud debería ser el bienestar de las personas pero, cuando esto se ve en competencia con los beneficios personales como por ejemplo plataformas enormes de exposición en medios de comunicación, invitación a eventos, regalos, premios, viajes, becas, entre otros, esta ética corre riesgo anteponiéndose los beneficios personales. En México se creó el “Código Nutricia” que busca alentar a los y las profesionales a ejercer de manera honesta, libre de conflictos de interés. Desde SANAR queremos hacer la versión argentina.

¿Qué soluciones proponen ustedes? 

Regular a las industrias. Ciencia libre de conflictos de interés. Profesionales que declaren sus conflictos. Educación alimentaria en las escuelas. Asesoría a los decisores políticos. Alzar la voz cuando haga falta por la salud de todos y sobre todo la creación de instrumentos que garanticen la transparencia en las oficinas del Estado desde donde se toman decisiones que impactan en millones de personas