La escuela en Burger King

Por: Redacción Bocado

La pandemia por COVID-19 cambió la cotidianeidad en diversos aspectos. Antes, por ejemplo, todo chico se despertaba temprano para ir a la escuela, tenía sus asignaturas diarias y volvía a casa para descansar, hacer sus tareas domésticas, participar en actividades de su familia. Luego de que el virus se expandiera mundialmente, las clases se suspendieron. En muchos países lograron dictar clases virtuales, aunque no en todos por falta de infraestructura y condiciones. De una o de otra manera, la mayoría de los niños del mundo se quedó sin escuelas.

Pero algo inusual está pasando en República Dominicana.  A pocos meses de terminar el ciclo escolar, la cadena multinacional de comida rápida Burger King sorprendió con una propuesta inédita: ofrecer sus establecimientos para que ahí se realicen clases presenciales. La empresa propuso que en sus mesas y bancas siempre idénticas, entre sus hamburguesas, papas fritas y gaseosas, las escuelas dicten clases de lunes a viernes entre las 08:00 y las 12:00.

El Ministerio de Educación dominicano ha prohibido las clases presenciales en el Distrito Nacional y en todas las otras jurisdicciones donde el porcentaje de casos de COVID-19 sea mayor a 5%. Debido a esto, la cursada semipresencial está habilitada en 61 de los 150 municipios.

La Asociación de Instituciones Educativas Privadas (AINEP) compartió hace pocas horas que el jueves 6 de mayo a las 10:00 se realizará una reunión conjunta con la Presidencia de la República y el Ministerio de Educación para seguir tratando el tema de la presencialidad.

Es decir, las autoridades aún no resuelven si niñas y niños dominicanos podrán regresar a la escuela pero Burger King -que cuenta con más de 12.000 locaciones en el mundo- ya anunció en Twitter que se proponen habilitar sus restaurantes para clases presenciales a grupos de hasta 10 alumnos, bajo el lema de “encendamos la educación”.

Un experimento vinculado ya se llevó a cabo en Santo Domingo, capital de la República Dominicana. El Ágora Mall, un enorme centro comercial que se describe a sí mismo como poseedor de “la más completa mezcla de tiendas, las mejores marcas locales y reconocidas marcas internacionales”, destinó la zona del patio de comidas a las clases presenciales del colegio American School of Santo Domingo.

¿Puede ser lo mismo un aula que una hamburguesería? Imaginemos que ya no habrá afiches con las tablas de multiplicar, ortografía o dibujos del cuerpo humano, ¿qué verán ahora los chicos? ¿Ofertas de combos de comida rápida con bebidas azucaradas?

Si prospera la “propuesta” de Burger King, niños y niñas de República Dominicana aprenderían literatura, matemáticas y ciencias naturales entre imágenes de comida chatarra.¿Hambre de saber, o hambre de hamburguesas? ¿Responsabilidad social o publicidad? ¿Qué fin persigue Burger King?

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